
La concepción era coger el Chasis del Citroën Bx de serie y reforzarlo mediante una estructura tubular, había numerosas piezas realizadas en plástico para disminuir el peso del coche como las aletas el capot delantero y el portón trasero, para homologar el coche se hicieron 200 unidades de calle con un precio de unos 30.000 Euros y una motorización que disponía de un Turbo Garret y 200 caballos siendo hoy en día son verdaderas joyas de colección todo ello para la homologación de la fia, en cuanto al motor se utilizó el bloque que montaba el Peugeot 505 de 2.1 litros del que se llegaron a sacar 380 caballos todo ello gracias a un Turbo KKK de tipo K26, se le adaptó a su vez una inyección electrónica L-Jetronic de Bosch.
Para adaptar el motor se tuvo que alargar la parte delantera en 28 cm ya que el diseño original del Bx estaba pensado para acoplar motores transversales, a su vez se acortó la batalla en 40 mm todo ello para ganar en maniobrabilidad tan vital en el mundo de los rallyes, en la época se observó que la tracción total daba una gran ventaja, citroën carecía de recursos con lo que se le adaptó en tren trasero del Peugeot 505 sin ningún diferencial, con lo que se podía optar entre tracción delantera o total, en cuanto a la caja de cambios se eligió una derivada del clásico Citroën Sm, los resultados del equipo en competición fueron desastrosos de 15 participaciones sólo lograron acabar 2 de ellos y tan sólo se les vio en 3 carreras del mundial oficial de rallyes.

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